¡¡Hola amigos!! Estos dias en clase de sociología estamos viendo el tema de inmigración, algo que me afecta directamente a mí. Reflexionando sobre el tema y las fotos que he publicado relacionadas con él, saco conclusiones que me gustaría compartir con vosotros.
La inmigración se percibe como algo forzado, triste y doloroso, pues en la mayoría de los casos la persona es obligada por situaciones económicas, bélicas, sociales… a abandonar su país. Sin embargo hay otros casos, como el mío, en el que el motivo de la partida es realizar un sueño o por puro placer. Aún así, no cabe duda de que alejarte de tus seres queridos y tus recuerdos es duro, pero el sentimiento de esperanza, y de hacer de tu vida un sueño te da mucha fuerza. Por todo esto es que quiero contarles unos cuentitos:
La inmigración se percibe como algo forzado, triste y doloroso, pues en la mayoría de los casos la persona es obligada por situaciones económicas, bélicas, sociales… a abandonar su país. Sin embargo hay otros casos, como el mío, en el que el motivo de la partida es realizar un sueño o por puro placer. Aún así, no cabe duda de que alejarte de tus seres queridos y tus recuerdos es duro, pero el sentimiento de esperanza, y de hacer de tu vida un sueño te da mucha fuerza. Por todo esto es que quiero contarles unos cuentitos:
En un pueblito de Chile, vivía Fernando, un buen hombre que nunca tuvo suerte en la vida. Se pasaba el día entero trabajando en un rancho. Su gran sueño era crear su propia granja. Con los poquitos ahorros conseguidos había comprado dos ovejas, un gallo, una gallina y varios conejos. Pensaba “el sueño se acerca, en un par de años viviré de mi granja …”
Un día, cuando volvía del trabajo, se topó con Ana, una linda muchacha que se había perdido de un grupo de turistas. Como era tarde, la invitó a cenar y a pasar la noche. Cuando al día siguiente se levantaron, una tormenta azotaba la aldea y les obligó a permanecer en casa unos días, tiempo suficiente para enamorarse.
Lamentablemente, Ana no podía abandonar su trabajo pues estaba muy bien situada y ganaba un buen salario. Fernando le imploraba llorando que se quedara con él que serían felices. La despedida fue muy dolorosa, pero en el último momento Fernando decidió renunciar a su sueño, y partir a Colombia para comenzar juntos con uno nuevo: ser felices el uno con el otro.
¿¿RENUNCIARIAIS VOSOTROS AL SUEÑO DE VUESTRA VIDA POR AMOR??
No hay comentarios:
Publicar un comentario